sábado, 8 de septiembre de 2012

El partido de los 12 millones de votos

La mayor “virtud” de la derecha sociológica, mediática, económica y religiosa de España durante estos treinta años de democracia, ha sido la de consolidar un solo actor político de la derecha, integrando todas sus “sensibilidades”, y son muchas, bajo la “marca” PP, que, además, juega como agente comercial de los mercados contra los intereses de gran parte su propio electorado.

Esto es algo inédito en la historia de España, cuyo antecedente hay que buscarlo en la CEDA, la Confederación Española de Derechas Autónomas, creadas en los años treinta para intentar parar a los partidos republicados y de izquierdas. Y lo consiguieron al vencer en las elecciones de 1933. Como reacción a la reacción, las izquierdas se presentaron en 1936 bajo el paraguas del “Frente Popular”, que ganó aquel año.

Al contrario de la CEDA, el PP no es una experiencia, sino un proyecto consolidado, y por ello no podemos confiar en que las fisuras, que las hay, terminen agrietando el proyecto nacido con Aznar. Hay que, en mi opinión, agudizar las contradicciones internas, pero, sobre todo, presentando un frente unido por la izquierda.

El actual marco electoral sirvió en 1977 para consolidar la democracia, pero hoy puede suponer un instrumento para su eliminación. Las derechas se benefician de su candidatura única, frente a la dispersión electoral de la izquierda. Por ello hay que reeditar un “Frente Popular”, pero esta vez con la base de cambiar las leyes electorales.

Está comprobado que la izquierda siempre será más crítica y plural que la derecha, y que difícilmente podrá cobijarse bajo un solo proyecto programático como le ocurre a la derecha con el PP. Por ello un proyecto electoral de todas las izquierdas sólo es posible con un objetivo concreto, y ello pasa por conseguir que el PP no pueda beneficiarse de un sistema electoral injusto.

Por ello se hace necesario el “partido de los 12 millones de votos”, una gran coalición de las izquierdas que se fije el objetivo de conseguir la mayoría absoluta de las Cortes Generales y cambiar así el marco electoral hacia uno que aproxime al máximo el valor del voto de todos los electores, con listas abiertas.

Una vez en el poder y tras aprobarse la modificación electoral, deberían disolverse las cámaras y ya con el nuevo escenario electoral conformar las mayorías y minorías necesarias.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

“Herencia” a título de inventario

Artículo publicado en la web socialistasdesanjeronimo.blogspot.com

Ahora que la derecha social, mediática y política sevillana anda justificando la incapacidad de gestión de Juan Ignacio Zoido con alusiones a la “herencia” recibida, es el momento de hacer inventario de la misma, no tanto para estudiar la posibilidad de aceptar o no la misma, sino para comprender si dicha justificación tiene base o no.
 
Una de las fortalezas de la gestión del compañero Alfredo Sánchez Monteseirín fue que todas las actuaciones se hicieron conforme a un proyecto de ciudad que se reflejó en el último Plan de Ordenación Urbana (PGOU) de Sevilla. Como nos informó el compañero Emilio Carrillo hace unos años en un seminario sobre urbanismo celebrado en la Agrupación de San Jerónimo, se apostó por una ciudad que no creciera más allá de los setecientos mil habitantes, para potenciar los aspectos más habitables de la misma. En este sentido, de cada cuatro metros cuadrado nuevos contemplados en el actual PGOU, dos iban a zona verde, uno a zona industrial y el metro cuadrado restante a suelo residencial. Ello suponía trabajar para una ciudad a escala humana, lejos del “gigantismo” del urbanismo de derechas, “centrado” exclusivamente en maximizar el beneficio de los operadores inmobiliarios.

En esta línea, durante los últimos doce años socialistas se apostó por acciones de integración que evitara la gentrificación (expulsión de los habitantes de una zona deteriorada y sustituidos por las clases medias) de nuestros barrios. En el centro de la ciudad, la zona más golosa para la especulación urbana, el gobierno socialista promovió viviendas de VPO (tanto en nueva obra como en rehabilitación de edificios antiguos), se subvencionaron la rehabilitación de los edificios de renta antigua que mantuvieran a sus vecinos originales, se construyeron viviendas de alquiler para familias de bajos ingresos, se construyeron viviendas para artesanos, etc.
 
En San Jerónimo, un barrio especialmente proclive a sufrir un proceso de gentrificación por su magnífica ubicación (cerca del centro pero en medio de la naturaleza) dicho proceso fue “parado” por una activa política de viviendas de VPO que crearon zonas como San Jerónimo-Alamillo.

También el PGOU apostó por un transporte sostenible e integrador, y por ello se construyeron más de cincuenta kilómetros de carriles bicis, se promovieron transportes de baja contaminación (como el metro y el tranvía), y se crearon nuevas líneas de autobuses urbanos.

De igualmente, la política descentralizadora de equipamientos mantuvo una política inclusiva en el conjunto de la ciudad. Un claro ejemplo lo tenemos en la construcción y promoción de nuevos espacios escénicos. Si tradicionalmente la construcción de los teatros se realizaban en las zonas más céntricas de las ciudades, durante el último gobierno socialista se llevaron a cabo en barrios obreros como Pino Montano (TNT), Cerro del Águila (Teatro Salvador Távora y Sala Flig), etc. Así, San Jerónimo vio levantarse en estos años el nuevo centro cívico, el hotel de entidades, la piscina municipal, el nuevo instituto, etc.

La apuesta de nuevo suelo industrial, organozado en "cluster", es decir en zonas donde se concentren diferentes empresas de un mismo sector, dió lugar a las "ciudades" industriales, como la de la imagen, que se está construyendo en El Higuerón (San Jerónimo), y donde se concentrarán desde los medios públicos de RTVA (Canal Sur TV y Radio), productoras de televisión, etc., junto a nuevo equipamieno comercial (con un cine al aire libre) y nuevas zonas verdes.

Por último, la apuesta por las zonas verdes del PGOU (la mitad del nuevo suelo) se tradujo en San Jerónimo en la restauración de la rivera del Guadalquivir, entre el puente del Alamillo y el parque de San Jerónimo, que ha insertado a nuestros barrios en medio de un vergel.

Esta magnífica política urbanística, de equipamiento, movilidad y zonas verdes, podría contar con el hándicap de la deuda asumida. Pues bien, todo lo hecho en Sevilla se ha traducido en que nuestra ciudad tenga la deuda más baja de las grandes ciudades de España, tanto en global como por habitante, mucho más bajas de ciudades similares como Málaga y Valencia, gobernadas por el PP.

Por todo ello, el machaconeo de la derecha mediática, política y social sevillana de justificar lo injustificable en base a la “herencia” recibida es completamente falso. Juan Ignacio Zoido ha recibido una ciudad moderna y bien equipada, con una baja deuda per cápita, y una hoja de ruta fruto de un amplio debate social.

Durante la presentación de su candidatura a la alcaldía, realizada en la Casa del Pueblo de San Jerónimo en 2011, el compañero Juan Espadas aceptaba que esta legislatura no era la de las grandes obras sino la de las pequeñas soluciones, la eficacia y el rigor.

Por eso, a Zoido no se le exige la programación y ejecución de grandes equipamiento, la crisis lo impide, pero sí que gestione con claridad, equidad y eficiencia. Pero la gestión del alcalde y presidente del PP-A está llena de confusión, de discriminaciones entre barrios, de falta de ideas, sólo centrado en contentar a todos aquellos sectores ciudadanos que le hicieron la campaña electoral en los últimos cuatro años: asociaciones de comerciantes, constructores, hermandades, medios de comunicación, etc.

Por eso, los socialistas, con o sin carnet, nos podemos sentir orgullosos de la “herencia” dejada a la ciudad tras doce años de gestión. Y sabemos que al contrario que Zoido, el compañero Juan Espadas sí sabría gestionar tan magnífica “herencia”.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Manuel Morterero. Un guerrillero alcarreño en la Guerra de Sucesión

Artículo publicado en el número de junio de 2012 de la revista Atienza de los Juglares

Por razones que merecen un estudio pormenorizado, la Guerra de la Independencia española ha mantenido desde el siglo XIX un protagonismo histórico y social que ha desdibujado la importancia, hechos de armas y personajes más relevantes de la Guerra de Sucesión, que asoló con igual dureza muchas de las comarcas y provincias de Castilla.

Si El Empecinado es un personaje muy conocido, casi mítico, gracias sin duda a los Episodios Nacionales de Pérez Galdós, alguien de igual o incluso superior destreza en la guerra de guerrillas como fue José de Vallejo, es ignorado por la historiografía, hasta el punto de no existir en la actualidad monografías sobre su persona.

De esa historia poco conocida, queremos rescatar la figura de Manuel Morterero, un hombre pechero de la Alcarria que decidió alcanzar la gloria de las armas enrolándose como partisano en una de las partidas que José de Vallejo mantuvo en la comarca.

No disponemos de demasiada información sobre los orígenes de Manuel Morterero, pero sí nos consta que era natural de Valdearenas, y que a principios del siglo XVIII residía en Argecilla. Ignoramos su fecha de nacimiento, pero teniendo en cuenta que hasta 1710 estuvo en la milicia y que su hijo Juan Morterero, alcalde de Valdearenas por el estado de nobles(1), tenía 53 años en 1752, podemos colegir que habría nacido a finales de 1670.

A pesar de no residir en Valdearenas, Morterero debía pertenecer a una familia acomodada de la misma, lo que posiblemente le permitió un ventajoso matrimonio con una vecina de la villa de Argecilla, al punto que el Conde de Pliego lo califica como “uno de los primeros caudales della”. Sabemos (por el Memorial dirigido al rey Felipe V, y que sirvió de prueba para la concesión del privilegio de hidalguía(2)) que quince años después de la hambruna de 1693, durante la Guerra de Sucesión, perdió no menos de 2.000 ducados, dos caballos, ganado y cosechas.

En algún momento de 1706, Manuel Morterero se unió a las partidas del coronel de dragones, Don José Vallejo, mientras éste se encontraba acampado en las inmediaciones del Monasterio de Sopetrán, cerca Hita, llevando su propio caballo y armas.

Vallejo, actualmente poco recordado, adquirió durante la Guerra de Sucesión un carácter casi mítico por su osadía, valentía y destreza en la guerra de guerrillas. Natural de Lima (Perú), Caballero de Santiago y Coronel de Dragones, en los pliegos cordel que se publicaban en la época se le describía como un ser invencible: “Visto por los generales / cómo Vallejo es la causa / de carecer de noticias, / luego dan orden que salgan / diversos destacamentos / y prisionero lo traygan; / pero ni le traen ni buelven, / que Vallejo los despacha / con boleta al hospital / para que los pongan cama; / lo que infundió al archiduque / tal temor que luego trata / dar orden a sus soldados / para que el campo mudaran”. Y también como vengador del pueblo castellano: ¿Qué es aquesto, luteranos? / ¿Dónde vais, gallinas, mandrias, / en precipitada fuga, / no siguiendo vuestra marcha / más que Vallejo y su gente, / que de ochocientos no passan, / pues nuestro gruesso de tropas / aun se está en Casa Texada? / Mas creo que se han movido; / cuidado, si os alcançan: / vuestra bárbara osadía / quedará bien castigada”(3).

Incluso historiadores tan reputados como Modesto Lafuente, en su Historia General de España(4) lo describen así: “… cuando la corte de Felipe V se trasladó a Valladolid, dejó el rey á las inmediaciones de la capital á don José Vallejo, coronel de dragones, con un grueso destacamento, encargado de molestar á los enemigos. No podía haberse hecho una eleccion mas acertad para el objeto. Porque era el don José Vallejo el tipo mas acabado de esos intrépidos, hábiles é incansables guerreros, de esos famosos partidarios en que se han señalado en todas épocas y tiempos el génio y el espíritu bélico español. Correspondió el Vallejo á su cometido tan cumplidamente, y ejecutó tales y tantas proezas, que llegó á ser el terror de las tropas aliadas con ser tan numerosas, y á poner muchas veces en aprieto y conflicto el mismo cuartel general el príncipe austriaco. De contado situándose en Madrid y Guadalajara, cortó las comunicaciones entre la córte y los reinos de Aragon y Cataluña, interceptaba los socorros y cogía los despachos, pliegos y cartas del archiduque y la archiduquesa, y al paso que á ellos incomunicaba, él se ponía al corriente de todos sus pensamientos y planes. Destruia las partidas que se enviaban en su persecución, y siempre en continuo movimiento, caminando dia y noche, y tan pronto en la Mancha como en tierra de Cuenca, en las cercanías de Toledo como en las de Madrid, empleando mil estategemas y ardides, haciendo continuas emboscadas y sorpresas, apareciendo á las puertas de la córte ó en los bosques del Pardo cuando se le suponía mas lejos, destrozando destacamentos enemigos, asaltando convoyes de equipages, municion o viveres, alentando los pueblos á la resistencia, acreciendo sus filas con centenares de paisanos resueltos y valerosos que se le unian, y llegando a combatir y derrotar cuerpos de hasta tres mil hombres con el general Stanhope a la cabeza, como sucedió en los llanos de Alcalá. Escribieronse entonces, y se conservan, y las tenemos a la vista, multitud de relaciones de las hazañas de Vallejo”.

Por lo que sabemos, Morterero participó en 1706 en el enfrentamiento de Vallejo con el Barón de Mezer, guiando en los años siguientes a sus partidas por la Alcarria y la Campiña del Henares, cuando interceptó dos correos angloaustriacos. Posteriormente, con autorización de Vallejo, se retiró a Argecilla desde donde realizaba proselitismo a favor del Borbón y recababa información de interés para las partidas del Rey Felipe.

Debió ser, pues, un personaje muy buscado en la comarca de la Alcarria y la Campiña del Henares. En 1710, una partida de trescientos caballos e infantes lo buscaron sin encontrarlo en Argecilla y finalmente fue detenido en Mandayona a finales del mes de noviembre de ese año. Sabemos que fue trasladado a Cifuentes, atado y arrastrado, permaneciendo encarcelado durante 18 días, tiempo en el que fue torturado y finalmente condenado a la horca, por no aceptar los ofrecimientos de pasarse al bando de Archiduque y facilitar la localización de una partida de Vallejo con veinte caballos. Un testigo lo describió así: “es publico y notorio que el día que en esta villa [Mandayona] prendieron los enemigos al presente escrivano, prendieron también a dho Manuel Morterero que no le habían podido hallar en su casa y lo save por que estando preso el testigo en la villa de Masegoso [del Tajuña] llego una partida de dos enemigos de el Reximto de Cordova y llevaban atados con un cordel los brazos atras y después una a otro dho Manuel Morterero y al presente esno y que todos los juntaron y llevaron a la villa de Zifuentes y pusieron en el Cuerpo de Guardia en rigurosa prisión con cordeles en los brazos y cadenas a los pies donde estubieron muchos días hasta que llego Estaremberg de culla horden dieron (en presencia del testigo) tormento a dho Manuel Morterero y le notificaron sentencia de muerte…”(5).

No fue ahorcado al “…haberse turbado sus designios con la noticia que tuvieron de que mis tropas habían dado vista a Brihuega(6), con cuya confusión os saquearon y llevaron atado entre sus batallones hasta que dieron vista en Villaviciosa [de Tajuña] al Campo de dicho mi Ejercito, habiéndose antes dado orden por ellos al Coronel don Gaspar de Córdoba para que os quemasen vuestras casas”.

No considerándolo suficiente, según relataba el propio Manuel Morterero, “me pusieron en sus líneas para que pereciera” pero “habiendo tenido la fortuna de que venciesen nras Armas en su retirada escape entre su Carruaje hasta incorporarme con nuestras tropas”.

El Marqués de San Felipe, en su obra “Comentarios de la Guerra de España”(7) dijo de la batalla de Villaviciosa del Tajuña: “No se portaron con menos valor en aquel ultimo lance el Conde de Aguilar, el de San Estevan de Gormáz, y el Marqués de Moya su hermano, Don Feliciano Bracamonte, Don Josph de Amezaga, Mahoní, y todos los Oficiales del Cuerpo del Exercito […] No brilló menos la vigilancia, e infatigable aplicación de Don Joseph Vallejo”.

Tras la victoria de la batalla, que en palabras de Torcy “colocó la Corona sobre la cabeza del Rey Católico”(8), el día 12 de diciembre de 1710 Felipe V, al frente del ejército, levantó el Campo Real de Fuentes de la Alcarria para dirigirse a Cifuentes donde permanecieron hasta el día 14 de diciembre. Tras abandonar la villa cifontina en dirección a Siguenza(9), el rey se alojaría esa misma noche en la casa de Manuel Morterero en Argecilla(10).

La aspiración de ser ennoblecido y recompensado económicamente por su participación en la Guerra de Sucesión con parte de la hacienda de D. José de Torres en Valdearenas, Hita y su comarca, abandonada tras pasarse su propietario al partido del archiduque de Austria, le ocupó los años siguientes. Para ello dirigió un Memorial al rey Felipe V, en el que incluía las declaraciones en su favor del coronel José Vallejo, del conde de San Esteban de Gormaz, del conde de Pliego y del príncipe de T´Serclaes-Tilly(11).

Escudo de los Morterero en Valdeaernas.
Foto gentileza de  www.valdearenas.com
Con fecha de 31 de mayo de 1712, el rey Felipe V firmó la Real Carta que le concedió privilegio de hidalguía para sí y sus descendientes, legítimos y naturales, por línea recta de varón, el derecho a utilizar armas, timbre y escudos y blasones, y una porción de la hacienda de D. José de Torres(12).

La participación de Manuel Morterero en la Guerra de Sucesión se saldó, por lado, con varias acciones heroicas ante el enemigo, la participación de acciones que hoy llamaríamos de inteligencia (y que siempre se han llamado de espionaje), penalidades incluida la tortura, una milagrosa salvación en medio del frente de batalla, y pérdidas económicas de más de un millón de maravedís (dos mil ducados por el saqueo de sus dos casas y el incendio de la de Valdearenas, veinticuatro doblones por la pérdida de dos caballos durante el servicio del rey, 200 doblones durante su prisión así como de cosechas y ganados); y por otro, con el reconocimiento de algunos de los más importantes militares de su época (Vallejo, el Conde de San Esteban de Gormaz, el Príncipe de T´Serclaes-Tilly), su ennoblecimiento, y la parcial reparación económica con fincas en Valdearenas.

Pero sus esperanzas resultan un tanto frustradas cuando el Consejo de Argecilla se negó a eximirle de los tributos que por su nueva situación de hidalgo le correspondía, a pesar de que en 1711 era Alcalde Ordinario(13) de la villa de Argecilla, y en 1713 Teniente Corregidor(14). Para ello tuvo que remitir dos solicitudes al rey para finalmente conseguir que la corona mandatase al alcalde mayor de Atienza para que obligara al Concejo de Argecilla a que se cumpliese la voluntad del rey. Se debe entender que el Concejo de Valdearenas, donde sabemos que tenía al menos una casa y las nuevas tierras concedidas por el rey, no le pusieron ningún impedimento.

Por su importancia histórica, trascribimos las recomendaciones firmadas por Vallejo, Conde de San Esteban de Gormaz, Conde de Pliego y Príncipe de T´Serclaes-Tilly, así como el Memorial remitido por Morterero al rey.

Escrito de apoyo de D. José Vallejo, coronel de Dragones.

Dn José de Vallejo, Cavo de la orden de Santiago, Coronel de un Regimiento de Dragones Estrangeros y Comandante de un Destacamento de Cavalleria = Zertifico que Manuel Morterero, vezino de la villa de Argencilla, al tiempo que me hallé con el referido Destacamento en las cercanías de la villa de Atienza se agrego al con su caballo y Armas, y asistió en la función que tuve con el Varon de Mezer, en la que se porto con valor. Como también en la toma de dos Correos habiendo servido de Guia en las Marchas que ejecute en aquellos contornos. Y habiéndose retirado a su casa con mi orden desde ella me despacho diferentes correos participándome algunas noticias que condujeron al Rl Servicio, y quando  entre en la villa de Zifuentes por algunos Paysanos se me participo como el dho Manuel Morterero había sido sorprendido por una partida de los enemigos y conducido a la carcel publica de la dha villa de Zifuentes adonde le dieron tormento y condenaron a muerte que se hubiera executado sino hubieran salido tan arrebatadamte de dha villa con la noticia que tuvieron del sitio de Briuega y lo llebaron entre sus tropas por lo que le Considero ser atendido de la piedad de su Magd. Molina y diciembre diez y seis del mil setecientos y diez = Dn Joseph de Vallejo.

Solicitud de Manuel Morterero:

Manuel Morterero vezino de la villa de Algecilla y natural de la de Valdearenas ante Vm parezco y digo que a mo Dro combiene hazer Informazion en esta villa como en el año de setecientos y seis segui y servi en las tropas de Su Magd que Dios guarde en aquel tiempo que estuvieron en Sopetran, Jadraque hasta q. levanto el Campo donde por mi dirección y saber la tierra y guía a muchas partidos y destacamentos se hicieron muchas presas al enemigo. Y en este presenta hacer andado en el Destacamto que comandaba el Coronel Dn Joseph de Vallejo hasta que paso a la Mancha y en el dho tiempo haver servido de guía y por mi dirección haver cojido dos correos y haver por mi hecho muchos Prisioneros y muertos a los enemigos, como también haverme preso los enemigos en esta villa de Mandayona y llevarme a la de Zifuentes donde me dieron tormento y me sentenciaron a horca donde lo hubieran executado ano haver salido precipidadamente a socorrer la Plaza de Briguega y hallándose a su frente ntro Campo donde se dio la Batalla me pusieron en sus líneas para que pereciera y habiendo tenido la fortuna de que venciesen nras Armas en su retirada escape entre su Carruaje hasta incorporarme con nuestras tropas Y también haver perdido en dho servicio dos caballos y armas mias propias como también haverme saqueado los enemigos dos casas una en la villa de Algezilla y otra en la de Valdearenas y haver dado Decreto en la de Zifuentes en su Junta de Guerra de quemarme la casa con perdida de mas de dos mil ducados y en dha prisión haver gastado mas de Ducientos doblones y que todo esto ha sido por fiel Vasallo de S. Magd pues intentaron los enemigos falsear mi lealtad con promesas y dadivas haciéndome partidos ventajosos que no quise admitir por conservarme leal a nro Rey y por de todo lo qual a Vmd pido y suplico examine los testigos que la pareziesen de esta Villa al tenor de esta Peticion y hecha me la mande entregar para presentarla donde me combenga que es Justicia. Manuel Morterero.

Escrito de apoyo del Conde de San Esteban de Gormaz:

Muy s. mio. Manl Morterero vecino de Argecilla portador de esta hasistio a Vallejo con las noticias de los enemigos por cuyo valor estuvieron para aorcarle y teniendole atado pudimos ponerle en libertad despues de la Batalla hadado Memorial a S. Mgd y se le remita a VExa y asi estimar que  VExa la espen sus labores y a mi repetidos precudos en que ejercitar mi rendida obediencia como deseo y necesito Siguenza y Dicieme de 1710.
Sr. Exmo aseguro a VEa que este portador es hombre que merece toda atención porque ha serbido bien a el Rey avisando a Ballejo en muchas ocasiones  ha estado en gran peligro que le aorcasen los enemigos. Exmo Sr. R.L.M. CAVE Su mas rendido seror. Conde de Sn Esteban de Gormaz.

Escrito de apoyo del Conde de Pliego:

El dador desta el Manuel Morterero natural de la Villa de Val de Arenas y vecino de la de Argecilla y uno de los primeros caudales della quien sea señalado en todo su posible en el servicio del Rey estando en sus vecindades los enemigos y saqueada su casa y hada en el año de 706 y  en presente por como consta de los testimonios que lleva y habiendo estado dos veces su vida arriesgo de horca y dadole tormento en la villa de Zifuentes y haver tenido la honrra de haver ospedado al rey en su casa el dia catorce deste mes y deseando por todas las expresadas razones y servicios de leal vasallo y lo que…

Escrito de apoyo del Príncipe de T´Serclaes-Tilly:

Señor mio, Manuel Morterero que pondrá esta en manos de VEa ha presentado al Rey un Memorial pidiendo le haga SM Noble en atenzion a lo mucho que ha padezido por leal vasallo haviendo estado preso diez y ocho días en Zifuentes en cullo tiempo le dieron los enemigos tormento y le hizieron otras extorsiones el qual se ha remitido a Vea  y siendo este sujeto persona de mi maior estimación suplco a VEa tome esta pretensión bajo su proteczión aplicandole toda la grazia posible no dudando yo en lo mucho que siempre me ha faborezido VEa tendrá el bien exito que deseo a que quedare con el reconocimiento debido como lo experimentara VEa en quantas ocasiones se le ofrezcan de su agrado Dios que a VEa mus años deseo, Campo Real de Siguenza, 22 de dize de 1710. El príncipe de T´Serclaes-Tilly.


[1] Catastro del Marqués de la Ensenada. Respuestas Generales correspondiente a Valdearenas (1752)
[2] Archivo Histórico Nacional (Madrid). Sig. Consejos: 8952, N.10; 4477, N.31
[3] Gilard, Céline. Héroes y guapos: la Guerra de Sucesión española en los pliegos de corde. Université de Poitiers.
[4] Lafuente y Zamaolloa, Modesto. Historia General de España. Tomo 9. Página 382 y ss. Madrid, 1862.
[5] Testifical de Juan López, vecino de Miralrio.
[6] Brihuega: Villa de la provincia de Guadalajara, en la que acamparon las tropas inglesas del archiduque Carlos, y que se rindieron al duque de Vendôme tras unas horas de asedio.
[7] Vicente Bacallar y Sanna, Marqués de San Felipe. Comentarios de la Guerra de España e Historia de su Rey Fhelipe V, el Animoso. Génova, 172.
[8] Kamen, Henry. Felipe V, el rey que reinó dos veces. Ediciones Temas de Hoy SA. Madrid, 2000.
[9] Blog-Web Memoria Histórica de Guadalajara: Cifuentes 1710. Post de 07.12.2010 (http://memoriadeguadalajara.blogspot.com.es/2010/12/cifuentes-1710.html)
[10] Fecha recogida en la recomendación que a favor de Manuel Morterero realiza el Conde de Pliego el mismo mes de diciembre de 1710, por lo que la fecha se puede considerar exacta.
[11] Albert-Octave de T´Serclaes Tilly (1646-1715). Sirvió en España a partir del año 1703, cuando se convirtió en coronel de la Guardia Real. Le hicieron Grande de España en 1705. Falleció en Barcelona en 1715. (Fuente: Henry Kamen “Felipe V. El Rey que reinó dos veces”).
[12] José de Torres Messia y Morales, Vizconde de Irueste: Regidor Perpetuo de la ciudad de Guadalajara, fue uno de los pocos austracistas de la provincia, posiblemente por su vinculación como caballerizo de doña Mariana de Neoburgo, viuda de Carlos II, por lo que tras la derrota del aspirante austriaco fueron embargados sus bienes, entre ellos su oficio de regidor, así como sus mayorazgos. No obstante, el archiduque Carlos, ya como Carlos VI de Alemania, en 1718 le concedió los títulos de Príncipe de las Torres y Marqués de Villamejor. Tras el Tratado de Viena, Felipe V le recoció el título de Marqués de Villamejor. (Salgado Olmeda, Félix: OLIGARQUÍA URBANA Y GOBIERNO DE LA CIUDAD DE GUADALAJARA ENEL SIGLO XVIII. 1718—1788).
[13] Alcalde Ordinario: Autoridad judicial municipal, designado por el ayuntamiento o por el señor jurisdiccional, que conocerá en primera instancia los delitos ocurridos en el consejo, salvo aquellos reservados a la Corona.
[14] Corregidor: Desde el siglo XIV, representante del rey en una población realenga con atribuciones militares, judiciales, políticas y fiscales. A sus órdenes actuarán varios oficiales: alguaciles, alcalde mayor, soldados, escribano. Normalmente se le añadirán apelativos referentes a atribuciones jurisdiccionales especiales. Podrá ser corregidor letrado (será entonces un licenciado universitario) o de capa y espada (no tendrá titulación). Podrá tener un teniente, normalmente su alcalde mayor.

domingo, 1 de julio de 2012

Perdón.

En algún post ya he dejado de manifiesto mi opinión sobre la puerilidad enfermiza con la que se utiliza hoy en día la exigencia de pedir, o más bien exigir, perdón. Expresar con educación cualquier opinión puede dar lugar a que algún mameluco lance su anatema que cierra con la expresión “y que pida perdón”.

Esta "corrupción" del perdón no debe significar la banalización del concepto. Solicitar perdón es un acto íntimo y trascendente, que debe ser espontáneo para ser sincero. De igual manera, conceder perdón no quita ni minusvalora el daño causado, sino que puede, sólo puede, ofrece una reparación emocional al que ha sufrido el daño. Porque el agresor y víctima quedan unidos para siempre por el hecho violento, y el perdón no rompe ese vínculo ni exime de responsabilidad de alguna, ni judicial ni divina.

Ayer la prensa publicó que el ex dirigente etarra José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, pidió públicamente perdón a las víctimas del terrorismo “de todo corazón y con toda hondura de reflexión autocrítica”. Al menos uno de los asesinos ha pedido perdón de sus crímenes, afirmando que “Dios es testigo que estoy profunda y sinceramente arrepentido de ello” reconociendo que todo el dolor causado no tiene justificación y que es “plenamente consciente de la responsabilidad moral que ello conlleva con las numerosas víctimas que ha generado ETA a lo largo de su historia”.

Es evidente que esa petición solo consolará a algunas víctimas de ETA. Puede incluso que no consuele a ninguna, pero en sí es un hecho importante, ya que para alguna de las centenares de víctimas etarras, alrededor de ochocientas creo recordar, pueda servirle algún día para superar su dolor. Y a pesar de todo, ¡qué suerte la de las víctimas de ETA! Otras víctimas como mi padre y mis tíos morirán pasados los ochenta años de edad, sin que nadie les haya pedido perdón por el asesinato en 1936 de mi abuelo, un buen padre y esposo, recto católico y responsable profesional, por el espantoso delito de ser maestro nacional y afiliado a FETE.

viernes, 29 de junio de 2012

Faros

Anoche, Rubén A., un amigo de la familia, más conocido como "Fierro" entre sus conocidos de Berazategui, colgó, en su perfil de facebook, la historia del faro Querandí en Villa Gesell, provincia de Buenos Aires. Al hacer un comentario en su "noticia", me fui dando cuenta de la importancia de los faros a lo largo de mi vida.

Puede que todo comenzara en mi Tánger natal, ya que desde los enormes, para mí entonces, ventanales del salón de nuestra casa se veía, diminuto, el faro de punta Malabata. De día, una pincelada blanquísima sobre el promontorio ocre y el azul intenso de la bahía; de noche, con su pausada cadencia luminosa, una estrella que parecía jugar con el faro de Gibraltar, situado en punta de Europa, al otro lado del Estrecho.

Otro de mis faros infantiles fue el de cabo Espartel, con su mirador abierto al océano traicionero y bravío que en mi mente infantil adquiría rasgos terribles ante las constantes advertencias paternas, durante nuestros baños estivales en las playas del Bosque Diplomático (la Forêt Diplomatique, que decían los rótulos viarios), por las corrientes y socavones. También el de punta Cires, que en mi mente siempre formó una sola palabra, Puntacires, una de las playas más hermosas que recuerdo, y llena de misterios, no sólo por las instalaciones militares abandonadas y que horadaban el promontorio por medio de túneles peligrosos, sino también por el accidente del avión norteamericano que se estrelló en la colina y que, tras el accidente de Palomares, no daba precisamente tranquilidad a mi madre ante la posibilidad de una fuga radioactiva ocultada. Lamentablemente para mis recuerdos, hoy la punta y sus playas se han convertido en el puerto Tánger-Med.

A lo largo de los años se fueron añadiendo, faro a faro, una pléyade de majestuosos, coquetos, románticos edificios marítimos: el de Santa Catalina, en el monte Hacho de Ceuta; el misterioso faro del cabo Sacratif, en la costa granadina, que la fértil imaginación de mi padre lo convertía en un nido de piratas sarracenos; o el faro del cabo Trafalgar, que nuestros padres nos señalaban desde el mirador del cabo Espartel, y que se asemejaban como dos firmes guardianes del Estrecho.

Año a año he ido atesorando faros en mis recuerdos: la hermosa y señorial Farola de Málaga; el de cabo Roche, en los acantilados de Conil, asentado sobre la torre almenara tardomedieval; el metálico desmontable de la Isla de San Sebastián en Cádiz, que sustituyó a uno de obra derribado para evitar el asalto norteamericano a la ciudad gaditana durante la Guerra de Cuba; los faros, así en plural, de Torre del Mar, uno junto al otro, el primero, pequeño de mampostería, de principios del siglo XX; el otro de finales de siglo, de hormigón, que parece proteger a su hermano pequeño; el de punta Camarinal, que cierra al sur a la playa de los alemanes, habitantes huidos del III Reich .

Un recuerdo especial lo guardo del primer faro al que subí, el de la ciudad de Casablanca, gracias a los contactos de mi tío Luis del O., otro mito familiar por su heroica valentía durante la Guerra Civil como el aviador más joven de la República con 17 años, que nos llevó a lo más alto, hasta la linterna, y nos enseñó una de las bombillas, enormes, que daban sentido a la torre. Tan sólo he subido a otro faro, el de la Torre de Hércules, en La Coruña, muchos años después y cuyo valor histórico lo despoja a mis ojos del misterio que siempre he acompañado a cualquier faro.

Aún hoy, cuando de noche paseo por las playas de Benajarafe y veo hacia poniente el juego esquivo de los faros de Fuengirola y, en la lejanía, del monte Hacho, mi alma se emociona. Somos lo que recordamos. Y mis recuerdos están llenos de faros, de mar, de estrellas.

miércoles, 20 de junio de 2012

El día que Zoido sufrió un brote de homofobia en el ojo

Saben los que me conocen que nunca he sido muy de eso que llamo “patriotismo textil” y musical. Las banderas, cualquiera, no me conmueven ni exaltan mis instintos territoriales. Cierto es que a algunas les tengo más cariño que a otras, pero nada de un amor arrebatado y transido de emociones patrias. Me conmueve más, pero mucho más, un paisaje serrano, un acto de heroica valentía o la Organización Nacional de Transplante, por poner ejemplos varios.
 
Por ello, el hecho de que el ayuntamiento de Sevilla se niegue a que la bandera arco-iris luzca en la fachada neoclásica de las Casas Consistoriales el día 28 de junio (que muchos llaman del “orgullo gay” y que yo prefiero denominar “día de los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales”), tampoco lo vivo como una agresión, un insulto o un desaire del presidente de la corporación local, sr. Zoido.

Si me parece, en cambio, un desatino, un desafuero y una estupidez, que la mayoría municipal haya permitido en los últimos años que luzca la bandera de la Inmaculada y del pueblo gitano en la fachada noble de Plaza Nueva, y se niegue ahora, de nuevo, a que flamee la bandera de los seis colores.

Al igual que los caminos del Señor son inescrutables, los de la intolerancia, el totalitarismo y la homofobia sigue su curso como el Guadiana, y me temo que el sr. Zoido ha sufrido de nuevo un espantoso brote de homofobia en el ojo, ese órgano que ciego evita que sienta el corazón.

La lucha por la igualdad, no obstante, no depende de un trapo, sino de un papel, el de los derechos, el de las libertades y el que cada uno de los gays, las lesbianas, los bisexuales y los transexuales seamos capaces de vivir día a día, cotidianamente.

Una vez alcanzada la plena igualdad jurídica y conseguida una cierta "normalidad" social de la homosexualidad, la bisexualidad y al transexualidad, la población GLBT debemos no enquistarnos en nuestra "diferencia". Hace unos días, un buen amigo, Miguel P.M., escribió en facebook un comentario a vuelapluma y que sin embargo debería grabarse con letras de oro en nuestras almas: Más peligroso que un gay casado, es una mujer libre.

Exigir nuestros derechos, ejercerlos en el día a día, vivirlos con naturalidad a pesar de que algunos de nuestro entorno les cueste trabajo asumirlo, es un noble empeño que dignifica nuestra existencia. Pero no debemos vivir el rechazo de la derecha patria, tosca, cetrina, retorcida, rencorosa, como una afrenta, sólo como otra estupidez más.

El primer ministro británico, sr. Cameron, afirmó recientemente: “Yo no apoyo el matrimonio homosexual a pesar de ser conservador. Lo apoyo porque soy conservador". La derecha inglesa, siempre “avant-la-lettre”, ha llegado a la conclusión lógica que a nuestra derecha carpetovetónica resabiada y vengativa le es incapaz de alcanzar, por el insuperable lastre de la moral católica romana: el matrimonio, como institución conservadora que es, se fortalece cuando se amplia para dos personas del mismo sexo, y no al contrario.

El hecho revolucionario, rupturistas, trasgresor, es que las mujeres, todas las mujeres, se igualen en derechos y obligaciones a los hombres, a todos los hombres, en cualquier ámbito, también en el de la pareja, la casa y la familia.
 
La idiota negativa del sr. Zoido es un simple brote de homofobia en el ojo. La mafia machista sevillana que extiende sus raíces por toda la sociedad, cohesionando en su acción reaccionaria al mundo jurídico, de hermandades, político, etc. para machacar a las mujeres, sí es el cáncer que nos debería preocupar extirpar.

domingo, 17 de junio de 2012

¿Qué quiere ser el PSOE de mayor?

Parto de una convicción que en estos momentos no pasa de ser una hipótesis: que la ola “neoliberal” ha alcanzado ya su máximo y ha empezado su reflujo. Las políticas sustentadas en los dogmas neoliberales no sólo han fracaso en Europa, sino que están llevando a una acusada desaceleración a los países que se suponían indemnes a la crisis, como China, India o Brasil. Y en contrapartida, el exceso de capitales no sólo ha inundado los paraísos fiscales sino que además ya supone un problema a los grandes fondos que no saben donde colocar tanto dinero. Las sociedades ya son conscientes que el “paraíso” neoliberal no existe y se debaten entre conservar algo de lo que han alcanzado o buscar alternativas.

En este escenario, las opciones de la derecha (conservadoras, neoliberales, liberales) capitalizan el sentimiento del electorado que piensa que con más neoliberalismo pueden salvar los muebles. Y los que rechazan de raíz dichas políticas no encuentran dentro de los partidos tradicionales de la izquierda un discurso que refleje sus aspiraciones de cambio.

En Europa encontramos dos ejemplos paradigmáticos de partidos de izquierdas que a pesar de muchos otros factores, representan lo que quiero exponer. El partido socialista griego, el PASOK, se vio superado por la crisis en el gobierno. Su dirigencia no ha sido capaz de asumir la nueva realidad, y anclado en una realidad que ya no existe, ha sido barrido por un nuevo partido, Syriza, que ha abanderado las aspiraciones del electorado de izquierda.

El otro ejemplo lo encontramos en el partido socialista francés, el PS. Posiblemente por haber vivido la crisis fuera del gobierno, su dirigencia ha dispuesto de la perspectiva necesaria para acertar, aunque sea parcialmente, con el diagnóstico y ofrecer al electorado de izquierda un proyecto que en espíritu se asemeja al de Syriza: el neoliberalismo es el problema, y la izquierda la solución.

Para mí la conclusión es relativamente sencilla: los partidos de izquierda que sepan conectar en estos momentos con su electorado no sólo sobrevivirán sino que además será los hegemónicos en las próximas décadas. En cambio, los partidos de izquierda que se atrincheren en sus códigos tradicionales serán superados e incluso desaparecerán.

El punto de partida de nuestro partido socialista, el PSOE, es mucho más parecido al PASOK que al PS. Partido gobernante cuando saltó la crisis, su dirigencia parece no poder asumir que la realidad ha cambiado y que los paradigmas asumidos a lo largo de las últimas cuatro décadas ya no sirven.

Entre el electorado de izquierda ha calado la idea, nada descabellada por otra parte, que en estos treinta años de competencia electoral y gobernanza, el PSOE ha asumido las maneras de la dirigencia conservadora y neoliberal, no sólo en el discurso sino, lo que es peor, también en las formas.

Estar gobernando cuando saltó la crisis hace sin duda más complicado el esfuerzo del PSOE para resintonizar con su electorado tradicional y otros votantes de izquierda. La opción Hollande es en España insuficiente. Aquí no vale DAFO alguno, sino el más tradicional de examen de conciencia, reconocimiento de culpa y promesa de enmienda.
 
El electorado necesita primero escuchar de labios de nuestra dirigencia un relato coherente de lo sucedido y sin paños calientes. Necesita escuchar claramente que se reconoce que el Partido se ha equivocado, que ha permitido desmanes como los de las cajas de ahorros, la política urbanística y los mercados desregulados. Y que la política de privatizaciones ha traído algunos efectos negativos. Las matizaciones y los juicios históricos deben quedar, aunque sea en ocasiones injusto, para más adelante.

Después, reconocer que la dirigencia que se ha equivocado no puede aspirar a seguir dirigiendo el proyecto socialista, aunque sí apoyar los y las nuevas compañeras que asuman la gestión. La actual dirigencia, que es la misma que ha dirigido el Partido en los últimos cuarenta años, tiene servidumbres emocionales que lastran y que pueden llegar a hundir al partido definitivamente.

Y por último, asumir un proyecto político sin servidumbres del pasado. La acción política del PSOE que aspira a gobernar no puede estar cautivo de las decisiones tomadas en los años de gobierno, asumiendo sin complejos aquellas políticas que se consideren necesarias a pesar de que puedan ser las contrarias a las defendidas hace cinco, diez, o veinte años.

El PSOE ha contado desde 1977 con un electorado sólido, comprometido y comprensible. Pero creo que algunos dirigentes socialistas han llegado a la conclusión de que el electorado socialista es esencialmente sumiso y acrítico. Y nada más lejos de la realidad. Ese electorado ha seguido confiando en nuestro Partido a costa de consumir un caudal de credibilidad atesorado durante más de 100 años, y que ya se está acabando. Porque no ha sido inmune a la convicción de que en el reino de España hay muchas cosas que huele a podrido.

Ahora está en manos de la dirigencia optar por el modelo PASOK o PS. Porque si se deja la decisión en manos de los y las militantes y votantes puede que el PSOE no llegue a cumplir los 150 años.