martes, 8 de noviembre de 2011

... pero no tienen la razón.

Mi idea era irme hoy temprano a la cama. Ver el debate Ruba-Rajoy me daba pereza. Pero se lo prometí a una buena amiga, Mercedes A., así que me he tumbado en el sofá, me he tapado con la manta (momento en el que uno de mis gatos ha aprovechado para tumbarse sobre mi barriga) y smartphone en mano me he dispuesto a ver el debate por la Sexta.

¡Gracias, Mercedes! He pasado el mejor momento político en meses. Ruba, en este debate me ha mostrado que es mi candidato: no sólo ha sido el único que ha realizado propuestas, sino que además me han gustado todas. Ha tocado los temas que como ciudadano me preocupa. En economía ha planteado la necesidad de que la Unión Europea sea el motor de la solución de la crisis (con la bajada de tipos del Banco Central Europeo, la movilización de recursos del Banco Europeo de Inversiones, y la relentización del ajuste), y no un chino en el zapato. En sanidad y educación ha sacado la preocupación sobre el deterioro intencionado de lo público. No le ha faltado el tema de horarios (¿como diablos vamos a conciliar con jornadas de ocho a ocho?), el matrimonio gay (y Rajoy sin mojarse), el ejército (hay que bajar el gasto militar), etc.

Rajoy, al contrario, ha ido al rebufo de Ruba. Le ha faltado cintura, se mostraba irritado en el debate, no sabía salirse del discurso prefabricado. Lo único que ha mejorado respecto a hace tres año ha sido que estaba más delgado y era más agradable a la vista. Pero la pifiada de Cazalla y Constantina, demuestra que en cuanto se sale del guión, el gallego la jode....

Parafraseando a Unamuno, Rajoy, y con él la derecha, puede que gane las elecciones porque tienen la fuerza de los medios y de las empresas, pero no tienen la razón. En tromba saldrán los voceros del "soberano party" nacional en defensa de Rajoy y ensalzarán su actuación. Pero no. Hoy, en el debate, la razón estaba de parte de Ruba.

¡Gracias, Ruba! Ganemos o perdamos ya has conseguido un hueco en mi corazón socialista.

sábado, 29 de octubre de 2011

Las "amistades" del Señor Obispo

El ¿ínclito? y "simpático" Señor Obispo de Córdoba, España, (sí, sí, ese Demetrio Fernández que afirmó que según le habían dicho desde el Vaticano con unos programas de la ONU en unos años todos maricones) ha afirmado recientemente, entre otras "perlas" de la oratoria y de la reflexión intelectual que "También habría que aplicar la ley natural, [...], en relación con el matrimonio entre personas del mismo sexo, ya que ese tipo de unión "no es matrimonio, ya que la relación entre personas del mismo sexo es una relación de amistad, pero no puede ser matrimonio, porque éste, tal y como lo ha hecho el Creador, es la unión del varón y de la mujer abierto a la vida, y eso en personas del mismo sexo, nunca se da, ni se dará".

En estos momentos, "cautivado" por las palabras tan profundas de Don Demetrio Fernández, en vez de acordarme de su astuta madre (¿o era zorra? ¡con estos jueces uno siempre anda confundido!) solo se me ocurre que posiblemente cuando pasa de "matrimonio entre personas del mismo sexo" a "relación de amistad" se refiera a las profundas "amistades" de miles de sacerdotes y decenas de obispos católicos con sus pupilos.

¡Ay, Señor Obispo, que cabrón (experimentado y astuto) es usted! Pero claro, conociendo a la zorra (astuta) de su madre no podemos sorprendernos. Y me alegro profundamente que gracias a compartir con nosotros sus sabias palabras, centenares de miles de niños, violados por sacerdotes católicos, y sus familias dormirán un poco más tranquilas. ¡Ay, que mal pensada es la gente! ¡Si sólo era amistad.....!

miércoles, 12 de octubre de 2011

El juez, cabrón. Y su mujer, zorra.

Es lo que tiene de bueno la globalización: conecta países, conecta lenguas, y reconecta nuestro hermoso idioma castellano, que a decir de los expertos es de los que más palabras necesita para comunicar algo. Razón que explica que españolas y españoles hablemos más deprisa y de tan cansados, apenas pensemos.

La gesta de Colón y sus magníficos marineros, y el ardor católico de nuestra siempre poco ponderada reina Isabel, lo expandió por todo el orbe (los dos hemisferios a los que se referían nuestros heroicos diputados constitucionales del 12). Y ahora, tanto orgullo, tanta pasión y tanto amor por allende los mares (y sus lindas mujeres, para que engañarnos), nos es devuelto con creces.

¡Qué sería de nuestra amada España sin el bello idioma castellano! Cual ubérrimo árbol del paraíso, cual manzano para Newton, cual olivo para Jaén, cual olmo para Soria, esa floresta del castellano, sembrada por cuatro continentes, nos ha permitido descubrir que el juez es un cabrón.

No, por favor, no se alboroten. Quiero decir que gracias al castellano hablado en Cuba sabemos que en España tenemos a un juez experimentado y astuto.

Y gracias al castellano patrio, esa urdimbre lingüística que cose, une y cohesiona nuestra amada piel de toro, también sabemos que su mujer es una zorra, que como bien sabe toda persona honesta y de bien significa persona astuta.

De tal forma que, en extraordinario maridaje, podemos gritar a los cuatro puntos cardinales que en España tenemos la dicha de tener un juez cabrón casado con la zorra de su mujer.

Lástima es que el checo Freud ensucie cualquier noble y límpida conducta y nos haga pensar que tal vez el cabrón del juez buscara en la zorra de mujer, a la zorra de su madre de él.

¡Discúlpenme!, ¡discúlpenme! ¡Y compréndanme! Es que no puedo evitar emocionarme y cantar loas patrióticas a nuestra hermosa lengua en el Día Nacional de España.

martes, 27 de septiembre de 2011

La oportunidad de la crisis

Muchos se han escandalizado por las palabras de Alessio Rastani, afirmando que sueña con la crisis para hacer más dinero, ha incomodado a algunos y escandalizado a casi todos, al punto que nuestra vicepresidenta Elena Salgado no ha dudado de calificarlo de “loco” e “inmoral”.

Pero esta reacción, lógica por otra parte, sólo nos demuestra que pocos han aprendido el valor de la crisis, y esos pocos han sido los “agentes” de los mercados.

Una crisis económica como la que estamos padeciendo es una verdadera tragedia para el que ha perdido su empleo, o su casa. Pero para la gran mayoría de la sociedad, una crisis debería ser una oportunidad para reflexionar y cambiar aquello que en tiempos de bonanza nadie quiere o se atreve a cambiar. Lamentablemente, la gran mayoría de la población, vive la crisis como una amenaza y ello le lleva a no reaccionar y dejarse llevar por el miedo. De hecho esta reacción lejos de ser casual viene alimentada por el capital a través de sus medios de comunicación, que aprovechando una reacción natural intenta aprovechar la crisis para cambiar el mundo a su gusto.

Pero de igual manera, los y las ciudadanas de a pie podríamos sacar partido a la crisis, si fuésemos capaces deliberarnos de ese miedo natural e inducido.

La recomendación de San Ignacio de Loyola, “en tiempos de tribulaciones no hacer mudanzas”, ha quedado desfasada de igual manera que el dicho “el buen paño en el arca se vende”. No. En los tiempos en los que nos ha tocado vivir, los tiempos de tribulación son en los que hay que realizar los cambios sociales y personales que en tiempos de abundancia no son aceptables.

Seamos sinceros: ¿no hemos sentido en los “buenos años” de 2004 a 2007 que algo no iba bien, que tanta abundancia, despilfarro, etc. no terminaba de parecernos bien? Pero en ese momento, nos resistiríamos a cualquier propuesta de cambio porque si todo iba bien ¿para qué cambiar?

Ahora, al contrario, es el momento para cambiar personal y socialmente. Tenemos que pensar como Alessio Rastani y preguntarnos qué de bueno podemos sacar de la crisis. La respuesta de Rastani, y como él la de la mayoría de los “agentes” del mercado (operadores, fondos de inversión, agencias de calificación, etc.) está clara, ganar aún más dinero. Pero la nuestra, la de la ciudadanía a pie de calle seguro que es diferente: modificar leyes, mecanismos y tradiciones para construir una sociedad más justa, más libre y más solidaria.

Si no lo hacemos, seremos los “paganinis” de la crisis una vez más, Rastani y los suyos se habrán quedado con todo el pastel, y el mundo irá a peor.

Pero si somos capaces de liberarnos del miedo que nos atenaza, de pensar que esta crisis es la oportunidad que esperábamos para cambiar el mundo, ni las agencias de calificación, ni la gran banca, ni los medios de comunicación podrán impedirnos, a ti, a mí, a nosotros, aprovechar esta crisis para construir el mundo que hace cinco años sabíamos imposible de alcanzar.

domingo, 25 de septiembre de 2011

¿Responsabilidad? ¿Mande?

Una constante de este blog, querida lectora o lector, es mi empeño en destacar la necesidad de asumir la responsabilidad individual y colectiva en los acontecimientos de cada día. Si un menor, por ejemplo, es atropellado por un autobús justo a la entrada de una estación de autocares, la primera responsabilidad recae en el menor que corrió a recoger su monopatín que había terminado en medio de la calle, y no, como pretenden sus padres, que la culpa sea de todo el mundo, incluido dos concejales, por no haber ordenado pintar un paso de peatones delante de la pista de skate. ¿Habría ello evitado que el menor hubiera renunciado a recoger su monopatín, que había terminado en medio de la calzada, sin mirar si venía algún automóvil? Seguramente no. Pero culpar a alguien de afuera en vez de aceptar la responsabilidad de su hijo, e indirectamente suya en lo ocurrido (por no haber educado convenientemente al menor) es emocionalmente tranquilizador. Además de ampliar las posibilidades de conseguir indemnizaciones por varias vías, naturalmente.

Traigo esto a colación por las últimas noticias sobre el accidente que protagonizó José Ortega Cano en el que falleció un hombre, que evidentemente no era él. Tras su salida del Hospital Virgen Macarena (y no Virgen de la Macarena como se publicitó en algunos noticiarios de televisión) mostró su contrición por lo sucedido, y en días posteriores señaló su pena por el fallecimiento de Carlos Parra. Pero sus actos posteriores desmienten sus palabras.

Algunos, especialmente tertulianos de televisión, justifican el derecho de utilizar todos los mecanismos legales para defenderse. Esto es una obviedad. Pero de lo que se trata es constatar si Ortega Cano asume o no su responsabilidad. En el primer caso, sobra su defensa, en el segundo, sobran las disculpas y las lágrimas.

Si Ortega Cano fuese el hombre que todos creían al verlo torear en la plaza, debería reconocer lo que dicen los análisis técnicos, que había consumido alcohol, y que ello le llevó a tener el accidente, pedir disculpas y aceptar la petición de la acusación y la fiscalía.

Posiblemente los tribunales descartarán los análisis de sangre, por cuestiones de tipo legal que no técnico, que demuestran que Ortega Cano iba borracho. Posiblemente se defenderá panza arriba con buenos servicios jurídicos y saldrá absuelto si hay juicio.

Pero ello no nos evitará la convicción que borracho chocó contra otro vehículo provocando la muerte de un hombre. Ni nos ocultará la falsedad de sus lágrimas y sus disculpas, ya que si hubiera asumido su responsabilidad, tras pedir disculpas a la familia del fallecido les habría evitado el terrible juicio legal y mediático al que está sometida.

sábado, 10 de septiembre de 2011

ETA se equivocaba…

Parafraseando al llorado Alberti, ETA se equivocaba. Creyó que la solución era la lucha armada, que el terrorismo era la llave para cambiar la Constitución. Se equivocaba….
Porque en menos de dos años, los mercados han conseguido en España lo que no ha conseguido ETA en cuarenta: diseñar una Constitución a su gusto. Es cierto que el sufrimiento causado por los mercados es mucho mayor que el causado por ETA: cuatro millones de parados, cientos de miles de desahuciados, millones de personas que entran en la pobreza. Así que podemos concluir que el terrorismo de ETA además de malvado, era idiota. Sólo conseguían hacer sufrir a unos cuantos y terminar todos ellos en la cárcel.
Ya no les queda tiempo, si es cierto lo que se publica. Pero a ETA le habría ido mucho mejor creando un “hegde fund” con el mal llamado “impuesto revolucionario” (directamente extorsión) y haberlo utilizado para especular contra la Deuda del Reino de España. Algo así como ETASA. Eso sí que habría servido para cambiar la Constitución, no sólo para quedarse con Navarra y el Condado de Triviño sino incluso con las Canarias e Ibiza.
El terrorismo además de malvado suele se idiota, es evidente. Pero ahora que caigo, si la crisis ha provocado dolor colectivo, extorsión legal y cambio constitucional… ¿no serán porque los mercados son también terroristas y aún no nos hemos enterado?

miércoles, 17 de agosto de 2011

La superioridad moral cristiana

Andan los del “teparty” patrios (Ansar, entre otros) y extranjeros vanagloriándose de la supuesta superioridad moral del judeocristianismo respecto al resto de las religiones del mundo, especialmente la islámica. Naturalmente hablan de esa deformada imagen que en occidente tenemos de lo musulmán, de moros con turbantes que ocultan bombas como la viñeta que representaba a Mahoma de tal guisa.
Considerándome agnóstico (en el dogma, aunque católico en el rito que para eso fui bautizado) y no creyendo que ninguna religión es la verdadera, no puedo dejar de reconocer que la gran mayoría de los fieles de cualquiera de las religiones que existen en el mundo son buenas personas que pretenden vivir de acuerdo con unas normas que en sí misma no son negativas para una vida en sociedad.
Por ello me parece tan execrable que desde los fundamentalismos religiosos aticen los prejuicios y la violencia, en principio verbal que cualquier descerebrado termina traduciendo en violencia física. Me parece mal el integrismo islámico, pero peor me parece el integrismo cristiano y aún católico, posiblemente por un prejuicio de superioridad mal asumido. Y abominable cualquier forma de terrorismo, naturalmente.
Ejemplos los tenemos a cientos: personas aparentemente normales que sometidos a un bombardeo ideológico-religioso descerebrado dan el paso de las palabras a su lógica consecuencia: el acto terrorista. Recientemente en Suecia, y hoy en España con José Alvano Pérez Bautista, mexicano de 24 años y natural de Puebla, que residía en el exclusivo barrio de Salamanca, en Madrid. La policía lo ha detenido por presunta intención de realizar un acto terrorista durante la manifestación laica en Madrid.
Por las declaraciones que el diario mexicano “La Jornada” atribuye a Pérez Bautista, nos encontramos con el paradigma de integrista católico, amamantado por las arengas sacerdotales desde los púlpitos y las televisiones digitales y que ha hecho suyo el discurso más ortodoxo del catolicismo. De esta forma, según “La Jornada” había dejado escrito en foros sociales perlas como "Ésta es mi lucha. Matar maricones", que identifica a cualquier homosexual como "una aberración antihumana", "errores de dios" y "asquerosas abominaciones".
Pero no se trata de un chaval marginal, o de una secta destructiva marginal. No, se trata de un ejemplo de chico de buena familia que se encuentra en España estudiando en el Instituto de Química Orgánica General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), residiendo en unos de los barrios más exclusivos de la capital del Reino, y que trabajaba como voluntario de las Jornadas Mundiales de la Juventud desde hace meses.
Para más inri, pretendía utilizar su estatus social para sus actos terroristas: "Soy trabajador de una importante industria farmacéutica en Madrid y puedo hacerme de suficientes sustancias peligrosas para boicotear las protestas antipapa" afirmaba y haciendo proselitismo entre sus iguales escribía: "El que se me quiera unir contacteme. Atentamente yo! Posdata que se vallan a chingar a su madre todos los putos maricones de mierda, asquerosas abominaciones, desechos de vida, errores de dios".
No se trata de un hecho aislado, un tarado más o menos incontrolable de los que se encuentran en la mayoría de las familias. No. Una gran mayoría de los jóvenes católicos que acuden a Madrid estos días seguro que suscribirían sin dudarlo estas afirmaciones. Posiblemente la mayoría se limitaría a esto, pero también es posible que más de uno, de dos y de tres estarían dispuestos pasar de la palabra a los hechos, y como el joven mexicano utilizar los medios a su alcance para terminar con “los putos maricones de mierda”.
Pero algún "iluminado" me dirá: pero si nada de eso dice el catolicismo, es más Jesucristo dice que si te dan una bofetada pongas la otra mejilla. Claro, pero del mismo modo, el Coran no dice en ninguna parte que deban volar las Torres Gemelas, ni poner bombas en el metro de Londes ni en las cercanías de Madrid. Pero si preguntas a cristianos y musulmantes, una gran parte de ellos dirán que sí viene. De igual manera, para un integrista católico amamantado por el discurso neo, matar maricones entra dentro de lo esperado por Dios y por Jesus.
Por mucho que lo pienso no veo la superioridad moral del catolicismo de este supuesto terrorista de los musulmanes que pusieron las bombas el 11-M: tarado por tarado, absurdo por absurdo, terrorismo por terrorismo.
El integrismo católico de Rouco Varela y “Ansar” suministran los argumentos para que tarados como Pérez encuentren la justificación moral de pasar a los hechos y gasear al personal. Y ahora que caigo, ¿no era de esto de lo que se acusaba a Gara?