jueves, 25 de marzo de 2010

Cuando las Víctimas no son de nadie

Tenía la intención de no volver a dedicar un post a las víctimas del terrorismo tras varios de ellos publicados en los últimos meses, cuando este domingo me encontré con un artículo de EL PAIS titulado “Las Otras Víctimas” que versaba sobre los atentados terroristas de grupos paramilitares y de ultraderecha contra ciudadanos relacionados o no con la izquierda nacionalista vasca, en los años ochenta fundamentalmente.
Grupos como Triple A, Batallón Vasco Español, Grupos Armados Españoles y los tristemente famosos GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) se organizaron para hacer la guerra sucia al terrorismo de ETA: terror contra terror, violencia contra violencia.
No hay un terrorismo bueno y otro malo, ni siquiera más o menos justificable. La violencia ejercida de forma consciente, planificada y organizada para conseguir fines políticos es igual de repugnante se ejecute contra la población en general o contra elementos señalados de un poder institucional (militares, policías, etc.) o informal (terroristas).
Cualquier persona bien nacida debe estar en contra de cualquier acto de violencia, reconfortando a las víctimas. Por ello es tan execrable el ostracismo sufrido por las víctimas de ETA en el País Vasco como en el resto del Estado durante décadas.
Pero igualmente repugnante es mirar hacia otro lado con las víctimas, vascas o no, de los grupos paramilitares y ultraderechistas. Víctimas que independientemente de sus antecedentes, algunos sospechosos de pertenecer a ETA y otros simples ciudadanos que estaban en el lugar equivocado, a la hora equivocada, no dejan de serlo porque las consideremos buenas o malas personas.
Porque igual de repugnante es el asesinato de Melitón Manzanas, acusado de torturador y colaborador en su día de la GESTAPO, que los de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, acusados de pertenecer a ETA. Pero mientras que al primero el gobierno de José María Aznar concedió la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo, los otros dos no han recibido ninguna reparación a pesar de que el Tribunal Supremo condenó a 75 años de cárcel al general Rodríguez Galindo por el secuestro y asesinato de ambos. Aún así, la familia de Lasa y Zabala fueron reconfortadas por los suyos, pero aún quedan muchas más que no han obtenido ninguna reparación o al menos una reparación suficiente. Hablamos de víctimas y familiares que no pudieron asistir al juicio de los asesinos porque no se investigó, se investigó deficientemente o no hubo voluntad de juzgarlos.
El PP quiere presentarse a la sociedad como la espada vengadora de las víctimas del terrorismo. Pero hay que reprocharles que sólo de las suyas. Para la derecha sociológica, política y mediática las otras víctimas no merecen ningún respeto, ni sus familias ningún consuelo. Y esto no solo desdora su actitud sino que la hace merecedora del mayor de los reproches morales.
Dado que se ha puesto de moda nombrar a las víctimas del terrorismo para que no se olvide, incluso en Palacio, me sumo a la apuesta informativa de EL PAIS y relaciono a continuación a las otras víctimas del terrorismo en España que como las víctimas de ETA, Al Qaeda, etc. merecen todo nuestra compresión y apoyo emocional a sus familias:
Iñaki Etxabe; Germán Aguirre; Norma Menchaca; José Antonio Cardosa; Josu Muguruza; David Salvador; Agurtzane Arregi; José Ramón Ansa; Antonio Contreras; Concepción Contreras; Anastasio Leal; Jesús María Etxebeste; Pablo Garayalde; Martín Merkelanz; José Ramón Beñarán; Enrique Álvarez; Jon Lopategi; Justo Elizaran; Jesús María Zubicarai; Felipe Sagarna; María José Bravo; José Miguel Etxeberria; Ángel Etxaniz; Miguel María Arbelaiz; Joaquín Antimasbere; Joaquín Etxeberria; Esperanza Arana; José Camio; Jean Pierre Haramendi; José Martín Sagardia; Francisco Javier Ansa; Xabier Aguirre; Tomás Alba; Carlos Saldise; Liborio Arana; María Paz Ariño; Pacífico Fica; Manuel Santacoloma; Ramón Oñaederra; Mikel Goikoetxea; Ángel Gurmindu; Vicente Perurena; Eugenio Gutiérrez; Jean Pierre Leiva; Xabier Pérez de Arenaza; Rafael Goikoetxea; Tomás Pérez Revilla; Christian Olaskoaga ; Santiago Brouard; Benoit Pecastaing; Xabier Galdeano; Emile Weiss; Claude Doer; Santos Blanco; Juan María Otegi; José María Etxaniz; Iñaki Asteazuinzarra; Agustín Irazustabarrena; Sabino Etxaide; Robert Caplane; Christophe Matxikote; Catherine Brion; Juan Carlos García Goena; José Antonio Lasa; y José Ignacio Zabala.

martes, 23 de marzo de 2010

In Memoria: Mª Crisanta Morterero (Justita)

A veces pienso que si algún lector, o lectora, ha tenido la paciencia de seguir los cuarenta post que he publicado en este blog habrá llegado a la conclusión de que soy un ateo comecristianos. Nada más lejos de la realidad. Hace poco comentaba a una amiga que a lo más que llego es a ser anticlerical, un comecuras al estilo decimonónico. Pero las personas que viven sinceramente su fe, aquellas que son coherentes entre lo que dicen creer y lo que viven en su vida cotidiana me merecen un sincero respeto.
Habiendo sido educado entre el catolicismo oficial y el crítico de mi familia, conozco lo suficiente de los grandes preceptos del cristianismo y del catolicismo (que aunque muchas personas no lo tengan claro se trata de dos cosas diferentes) para saber cuando se vive católicamente y cuando sólo se vive folclóricamente una seudofe más cercana a lo panteísmo herético que a la fe de Cristo. Por ello, la actitud de la jerarquía católica no solo no me merece respeto sino que me provocan un profundo desprecio moral.
En cambio, se convierte en sincero respecto y admiración hacia otras muchas personas que con humildad y sin temerarias certezas intentan vivir su fe en un mundo que constantemente les plantean dudas morales irresolubles. Una de esas personas que han vivido su fe de forma cabal fue mi tía y madrina María Crisanta Morterero, más conocida entre la familia y sus conocidos por Justita, recientemente fallecida.
Creo que la conocía todo lo bien que una persona puede conocer a otra, y no negaré que tenía sus defectos que ella misma no ocultaba. De sus labios escuché la historia de su negativa a tomar los hábitos cuando era joven porque no estaba dispuesta a obedecer a nadie, lo que apuntaba ya entonces hacia una flagrante trasgresión de las virtudes de humildad y paciencia. Y puede que la castidad practicada fuese más por no aguantar las órdenes de un marido que por su entrega a Dios.
Pero a lo largo de las seis décadas que vivió rodeada de más de dos docenas de sobrinos dio muestras admirables de compaginar su fe inquebrantable con el cariño hacia nosotros. Matrimonios civiles y homosexuales, divorcios, embarazos no deseados, y un largo etcétera de experiencias vitales de mis primos, hermanos y mía propia que le obligaba a dudar si anteponer sus propias convicciones morales y religiosas reprobando nuestro comportamiento, o darnos su cariño y amor mostrando confianza y respeto hacia nuestras decisiones. Estricta consigo misma y comprensiva con los demás, siempre optó por no juzgarnos según su fe, sino según su corazón.
Murió como vivió, mirando directamente a los ojos, sin evitarse un dolor o una incomodidad si era para dar muestras de su fe. Y sin dejar nunca de mostrar su cariño, su amor y su comprensión hacia los suyos, por muy lejos que sus vidas estuvieran de su fe católica.

jueves, 18 de marzo de 2010

Perdón

Una de las consecuencias de usar torticeramente las emociones en la política, puesta en boga por la derecha conservadora norteamericana a través de sus think tank, ha sido la perversión moral de las emociones.
Como ya he afirmado en alguna otra ocasión, uno de sus efectos más evidentes en la actualidad social y política española es la extraña, a la vez que perniciosa, promoción de las “víctimas” en el escalafón social. Prueba de ello es el “ascenso” de Juan José Cortés a asesor del Partido Popular en temas de justicia. “En concreto, trabajará con el primer partido de la oposición en la reforma del Código Penal que ha comenzado a tramitarse en el Congreso de los Diputados”. Como cualquier ciudadano en posesión de sus derechos civiles, al Sr. Cortés le es lícito asesorar, colaborar y participar en los proyectos que le dé la gana, donde le dé la gana, cuando le dé la gana. ¡Faltaría más!
Pero, ¿qué lleva a ser noticia el “fichaje” del Sr. Cortés por parte del PP? ¿Sus conocimientos jurídicos? ¿Su experiencia en los tribunales? ¿Acaso su conocimiento en el campo social de la reinserción de los presos? Mucho me temo que no, sino que lo hace en su condición de “víctima”, como si tal fuese una licenciatura o un doctorado. Es más, según EUROPA PRESS, expresó la necesidad de la cadena perpetua revisable, ya que cree que "va a ser muy efectiva para la sociedad española". Es decir, lo que pretende es trasladar su dolor de víctima a un texto legal.
El PP, el partido europeo de derechas que más ha “mamado” el ideario neoconservador de los Estados Unidos de América, pretende “contaminar” la elaboración de una ley con las emociones de un padre que ha sufrido una pérdida traumática. Con ello nos devuelve a la semítica ley del taliónojo por ojo, diente por diente” que creíamos superada tras la transición democrática.
Otro de los efectos perjudiciales que se puede observar en la sociedad por esa práctica de empapar de emocionalidad los razonamientos, lo observamos en la perversión del uso del término “perdón”. La DRAE define “perdonar” como “Remitir la deuda, ofensa, falta, delito u otra cosa”. Pero hoy se exige que las personas se disculpen por cualquier nimiedad, sin que exista deuda, ofensa, falta ni delito, simplemente porque ha hecho o dicho algo que ha molestado a un tercero.
Una prueba de hasta donde ha llegado el absurdo la tenemos en las declaraciones de Andrés Palop, guardameta del Sevilla FC, el cual, tras fallar la parada de un gol que supone para su equipo ser descabalgado de la Champion, se ha visto en la obligación moral de pedir perdón. La sorpresa llega hasta el titular de prensa que añade “La disculpa que nadie exigió a Palop” dando por hecho que no parar un gol podría ser causa suficiente en algún momento para exigirle a un guardameta pedir perdón.
Si alguien se siente ofendido porque un futbolista no alcance su objetivo de meter un gol o de evitarlo es señal que tiene alteradas sus percepciones de la realidad. Pero que socialmente se le exija a cualquier persona que pida perdón por expresar libremente su opinión demuestra que se está avanzando hacia un psicosis social grave.
Menos mal que no toda la sociedad está infectada de esta lacra. La Iglesia Católica Apostólica Romana, por el contrario, parece indemne a ella, y no solo no se le ocurre pedir perdón sino que tampoco admitir su responsabilidad por su participación en los hechos más deleznables. Es el caso del cardenal Seán Brady el cual, conociendo en 1975 los abusos sexuales cometido por otro sacerdote, convenció a los niños a que no dijeran nada. Esto sí parece encajar en los supuestos (deuda, ofensa, falta, delito) que requeriría pedir perdón. Pero no, no solo no dimite, si no que se justifica: “Hace 35 años el mundo era muy diferente. No teníamos dirección con que guiarnos, estábamos en territorio inexplorado. Ahora tenemos estándares mucho más altos y desde luego ahora no habría actuado de la misma manera en que lo hice entonces". Finalmente ayer, tras muchas presiones, Seán Brady pidió disculpas por su silencio, pero sin renunciar al cargo.
Absurdo mundo, donde un guardameta pide perdón por no parar un gol, y un cardenal se resiste a ello a pesar de obligar a dos niños a que callaran los abusos a los que les había sometido otro sacerdote católico.

lunes, 15 de marzo de 2010

Consejos para un socialista con aspiraciones

En estos procelosos tiempos es necesario que aquel compañero o aquella compañera socialista que aspire legítimamente a ocupar una responsabilidad en eso que llaman “cosa pública” se pertreche no ya de los grandes principios morales de nuestros mayores, sí al menos de “consejas” que le oriente en este mundo tan tentador.
Decía nuestro llorado Ángel Ganivet, suicidado en las gélidas aguas de Finlandia, que cuando se acaban las certezas hay que pertrecharse de prejuicios. Así, en una sociedad que parece no tener reglas éticas, en la que los discursos valoran más un gobierno de tecnócratas que de políticos y en el que lo público se privatiza y lo privado se publicita, un aspirante socialista debería tener en cuenta algunas de estas reflexiones.
Ni muy caro, ni muy grande, ni muy ostentoso. Cuando se ocupa una responsabilidad pública se debe evitar adquirir, aunque nos lo podamos permitir, nada demasiado caro, ni demasiado grande ni demasiado ostentoso. Porque si lo muy caro es un insulto para nuestros votantes, lo muy grande es un insulto a la inteligencia, y lo muy ostentoso un insulto a nuestro buen gusto. La discreción debe ser la guía del político prudente. Y si no eres prudente, por lo menos no seas cutre.
No pagues con dinero público una comida que no pagarías con tu dinero. Sabemos que es tentador “tirar” de VISA para darse algunos caprichos en la atareada vida de un cargo público. Pero ya sabemos que estas tentaciones solo pueden llevarnos al oprobio o a la cárcel, y lo que es peor, a perder las próximas elecciones. Así que en los almuerzos con dinero público mejor agua que vino, nada de mariscos, y un plato antes que dos.
El ejercicio físico es bueno para la salud, y el coche oficial funesto para los votos. Vida sana, frugal y ejercicio. Tú vales mucho para la causa socialista, así que evita coger el coche oficial, que no solo es un pasaporte para el ictus cerebral y el infarto de miocardio, sino que además puede convertirse en una sangría de votos. Si no lo haces por ti, por lo menos hazlo por nosotros.
A cargo nuevo, no cambies ni de coche, ni de casa ni de legítima. El cargo público es como la crisis de los cincuenta. Cuando llegas a ella tienes la tentación de cambiar a una casa más grande y lujosa, a un coche de gran cilindrada o a legítima (o legítimo) con treinta años menos, más teta o más abdominales. Así que debes resistir la tentación, y mientras dure el cargo, seguir con tu modesta vivienda, tu utilitario de toda la vida y con la madre (o el padre) de tus hijos. Siempre hay vida más allá del cargo para darse estos caprichos.
ATENCIÓN: los nombramientos en el Boletín Oficial no llevan incorporados un kit de inteligencia. Contra la creencia de muchos postulantes, el cargo no vuelve inteligente al torpe y ni brillante al bordeline. Antes bien, solo sirve para ponerlo en evidencia. Así que antes de aceptar una responsabilidad lee las resoluciones del Partido al respecto, intenta tener un par de ideas propias y si no sabes, pregunta. Es preferible mostrar ignorancia que idiotez.
Si tomas en cuenta algunos de estos consejos, seguro que no serás un peligro para tí mismo, ni para los demás.

jueves, 11 de marzo de 2010

Victimización de la Sociedad

La victimizanción es definida por el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) como la acción de victimizar, siendo ésta “convertir en víctimas a personas o animales”. Por lo tanto, los terroristas convierten en víctimas a las personas que sufren sus atentados, pero también las convierten o las mantienen en tal condición aquellas personas que no les permiten superar tan traumática experiencia.
Decía Schiller, en su opúsculo “Sobre lo Sublime”, que “Nada es tan indigno del hombre, pues, como sufrir violencia: la actitud violenta lo aniquila. El que la ejerce nos disputa nada menos que la humanidad”. El poeta, dramaturgo y filósofo alemán, añadía: “El que la sufre cobardemente se despoja de su humanidad”. Por ello, el ejercicio de la violencia debería considerarse el mayor de los delitos sociales, y sufrirla cobardemente la mayor traición.
El terrorismo designa una especial forma de ejerce violencia, puede que no la peor pero sí la que impide a la persona no sufrirla cobardemente. Ante un atraco a mano armada puedes reaccionar defendiéndote o defendiendo a tus seres amados. Ante una agresión sexual puedes patalear y chillar, en definitiva no sufrirla de forma cobarde. Pero de una bomba que estalla sin avisar, de un veneno que disuelto en el aire o en el agua ataca en silencio, de un misil volante que cae sobre nuestras cabezas sin anunciarse, ¿cómo se puede uno defender?
Pero si sufrir la violencia física o emocional de un atentado, producto del odio, nos disputa nuestra humanidad, no menos cierto es que la presión social que nos obliga a mantenernos permanentemente en nuestra condición de víctima, producto del amor, nos deshumaniza de una forma aún más atroz.
Hay una maldad intrínseca en mantener a la víctima en su estado eternamente, haciéndole revivir una y otra vez su desgracia, impidiéndole avanzar. Lucio Anneo Séneca ya advertía a Marcia “si el destino se vence con lágrimas, derramémosla” pero “si los difuntos no vuelven gracias al llanto” entonces “cese el dolor que muere”.
Adjetivar a una persona como víctima es infligir un nuevo golpe al que sufre. Es obligarle a no vivir en la vida sino en la muerte, en el dolor, en el sufrimiento.
Y como un tumor maligno se extiende por toda la sociedad. Cuando a la persona que sufre un brutal golpe del destino en manos de un perverso terrorista se le impide salir de su sufrimiento se le obliga a vivir una existencia de víctima. Cuando se idealiza a la víctima con constantes honores, preeminencias y regalías, la condición de víctima se convierte en algo deseable. ¿Y quién es el juez que decide que víctima será merecedora de ser ensalzada y cual condenada al ostracismo? Primero las víctimas de terrorismo, luego las víctimas de la violencia de género, más tarde las víctimas de tráfico, y así sucesivamente victimizamos a la sociedad, atenazándola en su dolor.
Las personas que sufren violencia son merecedoras de acompañamiento y consuelo, pero sin obligarles que su dolor sea su condición natural a partir de ese momento. Como suplicó Séneca a Marcia “no desees el más despreciable de los honores: el parecer la más desgraciada”.

domingo, 7 de marzo de 2010

¡Viva la Sociedad Civil! Siempre que me convenga, naturalmente….

La crispación que tan buenos resultados le dio al PP de José María Aznar en 1995 y 1996 hizo que la derecha sociológica española, en medio del shock postraumático del 11-M, recuperaran la fórmula para regresar cuanto antes a la Moncloa.
Lo malo fue que si con Felipe González la “estrategia Aznar” obtuvo resultados positivos fue porque entonces y tras 12 años de gobierno, sí existía un claro desgaste de la mayoría parlamentaria.
Pero repetida la misma estrategia en 2004 fue un fracaso. Ni el discurso de la conspiración en el caso del atentado del Al Qaeda (aquello de los lejanos desiertos y las montañas cercanas), ni el “España se rompe” tras el alto el fuego de ETA, ni siquiera “ZP quiere destruir a la familia” tras la reforma de ley que permitió el matrimonio entre dos personas del mismo sexo, consiguió devolver al gobierno a un PP arrastrado por la derecha radical, el cual volvió a perder las elecciones generales de 2008.
La crisis económica, vaticinada por un agorero PP en 2007 cuando el mundo iba viento en popa, preparó la sementera de lo que llegaría después. El miedo, en economía es el mayor arma de destrucción masiva. Los y las españolas, asustadas por meses de funestas admoniciones, cuando llegó el lobo de la crisis entró en un retroceso de consumo sin parangón en el marco de la OCDE. El hundimiento del consumo llevó al aumento vertiginoso del paro que a su vez presionó aun más al retroceso del consumo.
El PP parecía dar saltos de alegría al conseguir llegar a Eldorado de su estrategia. Ahora sí, por fin, la situación se tornaba peligrosa para el gobierno.
Ya entonces sostenía que, en mi opinión, los que menos satisfechos deberían estar eran los empresarios. Para que los negocios funcione lo peor es el miedo. Pero la estrategia de regreso al poder (su sitio natural, piensan) del PP y su derecha sociológica lo único que genera es desconfianza, miedo al presente y al futuro, a la inmigración y a la emigración, a los de dentro y a los de fuera, a los buenos y a los malos.
Y comprendo que los poderes económicos a los que les gustaría el regreso del PP al gobierno de la Nación pero que se espantan por los estragos que está produciendo su estrategia, hayan dado el paso para cambiar el estado social depresivo al que nos ha metido Mariano y los suyos (¿o sería mejor decir “los suyos y Mariano”?) con la iniciativa estosololoarreglamosentretodos.org ¿Cuál ha sido la respuesta del PP y la derecha sociológica? Acusar a famosos 'afines al PSOE' de tapar los errores a Zapatero.
El PP entra en contradicción con sus discursos, que lamentablemente suele coincidir con casi todos los partidos que gobiernan. Afirmar la necesidad de más sociedad civil cuando piensan que con eso desacreditan al gobierno o lo desgasta, y montar en cólera cuando esa sociedad civil no actúan de acuerdo con sus intereses o deseos.
La apuesta del PP de cuanto peor, mejor, posiblemente le traiga buenos réditos electorales. El problema es que nuestra derecha de toda la vida de dios puede terminar gobernando un país autista, moribundo y atenazado. Un país donde los mejores, ante el panorama desolador salgan corriendo, donde los nacionalismos periféricos refuercen sus deseos de separarse del cadáver viviente, y donde la ciudadanía, a fuerza de depresión, sea pasiva. Y con esos mimbres, mal cesto vamos a poder hacer.
Soy optimista patológico (¿un pesimista bien informado?) y se que a España, pese al PP y la derecha radical autoritaria, tiene mucho futuro por delante. Se que al final de mis días viviré en una España mejor. Así que comparto el Manifiesto de “Esto solo lo arreglamos entre todos” que añado por si te interesa:
Llevamos demasiado tiempo viendo en todas partes lo mal que está todo. Es casi lo único que nos cuentan.
Pero la crisis no solo está ahí fuera, también está en nuestras cabezas. Nos ha hecho perder la confianza, nos ha contagiado el pesimismo, el desánimo.
Esto es lo primero que debemos arreglar, queremos recuperar la confianza.
Tenemos motivos para animarnos. En esta web encontrarás muchos.
Historias de gente como tú y como yo, que se han enfrentado al momento, que demuestran que con ilusión, entrega y compromiso se puede conseguir todo.
Gente que cree en sí misma y lo demuestra a diario desafiando la crisis.
Por ejemplo, ¿sabías que cada mes se crean cinco mil empresas en este país? ¿No te parecen cinco mil poderosas razones para creer?
Queremos que conozcas esas historias, que te inspiren, que te animes, que las compartas, que formen parte de las conversaciones y que consigamos que acaben llegando a los medios de comunicación, a los telediarios, a los editoriales, entre las noticias de lo malo y lo peor.
Tenemos que contagiar la confianza de la misma manera que se ha contagiado el pesimismo.
Porque cuando tú, y tú, y tú, y yo, nos convertimos en nosotros, no hay nada que no podamos arreglar.

viernes, 5 de marzo de 2010

Sepulcros blanqueados

Bajo sospecha de pederastia 94 curas católicos alemanes (07.02.2010) La Legión de Cristo admite que Maciel abusó de sus hijos secretos (05.03.2010) El padre Maciel también habría abusado de dos de sus hijos (04.03.2010) Abusos sexuales en el coro de la catedral de Ratisbona que dirigió el hermano del Papa. Georg Ratzinger asegura que nunca tuvo conocimiento de casos de pederastia en el grupo entre 1964 y 1993 (05.03.2010) La abogada de los jesuitas denuncia el suicidio de algunas víctimas de curas pederastas alemanes (18.02.2010) En la Orden, más casos de pederastia. José Barba, quien encabezó en 1997 una denuncia por pederastia contra el padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, asegura que existen muchas más historias de abusos dentro de esa orden religiosa que las dadas a conocer ayer públicamente por dos hombres que se presume son hijos de Maciel (04.03.2010) Un convento alemán entrega a la fiscalía información sobre un miembro sospechoso de pederastia (04.03.2010) El papa Benedicto XVI se prepara para recibir en Roma a una delegación de obispos irlandeses. La cuestión de los abusos a menores ocupará un lugar en la agenda (14.02.2010) Escándalo homosexual en el Vaticano (05.03.2010) Holanda investiga a los salesianos por abusos a menores (01.03.2010)
Y mientras las cofradías de Sevilla preocupadas por la ley del aborto (05.03.2010)
¡Mánda narices!