miércoles, 12 de octubre de 2011

El juez, cabrón. Y su mujer, zorra.

Es lo que tiene de bueno la globalización: conecta países, conecta lenguas, y reconecta nuestro hermoso idioma castellano, que a decir de los expertos es de los que más palabras necesita para comunicar algo. Razón que explica que españolas y españoles hablemos más deprisa y de tan cansados, apenas pensemos.

La gesta de Colón y sus magníficos marineros, y el ardor católico de nuestra siempre poco ponderada reina Isabel, lo expandió por todo el orbe (los dos hemisferios a los que se referían nuestros heroicos diputados constitucionales del 12). Y ahora, tanto orgullo, tanta pasión y tanto amor por allende los mares (y sus lindas mujeres, para que engañarnos), nos es devuelto con creces.

¡Qué sería de nuestra amada España sin el bello idioma castellano! Cual ubérrimo árbol del paraíso, cual manzano para Newton, cual olivo para Jaén, cual olmo para Soria, esa floresta del castellano, sembrada por cuatro continentes, nos ha permitido descubrir que el juez es un cabrón.

No, por favor, no se alboroten. Quiero decir que gracias al castellano hablado en Cuba sabemos que en España tenemos a un juez experimentado y astuto.

Y gracias al castellano patrio, esa urdimbre lingüística que cose, une y cohesiona nuestra amada piel de toro, también sabemos que su mujer es una zorra, que como bien sabe toda persona honesta y de bien significa persona astuta.

De tal forma que, en extraordinario maridaje, podemos gritar a los cuatro puntos cardinales que en España tenemos la dicha de tener un juez cabrón casado con la zorra de su mujer.

Lástima es que el checo Freud ensucie cualquier noble y límpida conducta y nos haga pensar que tal vez el cabrón del juez buscara en la zorra de mujer, a la zorra de su madre de él.

¡Discúlpenme!, ¡discúlpenme! ¡Y compréndanme! Es que no puedo evitar emocionarme y cantar loas patrióticas a nuestra hermosa lengua en el Día Nacional de España.

3 comentarios:

  1. Me ha impresionado, un fuerte abrazo.

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  2. Vete a Chueca y monta una tienda de abalorios para tus COLEGAS compañeros/as/es. No he estado alli, pero supongo que se ha transformado en una especie de barrio judío. ¿Qué coño integración? si estáis sacando rédito con la segregación.To_ do el que pertenece al "colectivo" LGTB o GLTB ha estado viviendo holgadamente con la aquiescencia del gobierno zapateril-cerolil y el apoyo inestimable de los pseudointelectuales de la talla de Javier y Pilar Bardem, Banderas, Amenábar,Zambrano,....
    Deseo que el gobierno de Rajoy tenga un par de cojones para erradicar dicha ignominia.

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  3. Querido Anónimo, como se suele decir ¡que atrevida es la ignorancia! Y lo que es peor ¡qué mala consejera es la pereza! Si antes de escribir se hubiera entretenido en curiosear por mi blog, habría podido comprobar que como homosexual me encuentro en las antípodas del modelo comunitarista que promociona barrios como Chueca. Y así lo he dejado claro en post como “Los falsos profetas del orgullo gay” que puede leer clikeando en http://pablomorterero.blogspot.com/2009_06_01_archive.html , “Orgullo sin orgullo”, en http://pablomorterero.blogspot.com/2010/06/orgullo-sin-orgullo.html, “Ser gay no es sinónimo de ser inteligente”, en http://pablomorterero.blogspot.com/2010/03/ser-gay-no-es-sinonimo-de-ser.html. E incluso en artículos de opinión que me han publicado, como ocurrió en DIARIO DE SEVILLA con uno titulado “Cuando no todo la gay es guay” y que le invito a leer clikeando en http://www.diariodesevilla.es/article/opinion/452589/cuando/no/todo/lo/gay/es/guay.html.

    Entre gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, hay de todo como en botica. Pero me imagino que en su enfermiza mente organizada en pensamientos simples, no sabe diferencias una gamba de un boniato, por lo que mi post citado (Orgullo sin orgullo) posiblemente sea demasiado complejo para usted. Y para su mayor desgracia, soy de los que no piensan moverse de su casa para vivir plenamente mi homosexualidad. Y no, no me voy a ir a Chueca. Me seguiré paseando por Sevilla y con toda la naturalidad del mundo mostraré mi afectividad homosexual con quien me plazca.

    Me da que usted es otro de los que habla de oídas, o programado por sus programas de televisión digital favorito (¿Gato al Agua, tal vez?). Pero sus argumentos, que no razonamientos, son de una puerilidad manifiesta, reiterativos y copiados de Antonio Jiménez y sus muchachos (Rojo, Conde, Lladó, Durán, Gugel, Durán y Vidal–Quadras, etc.) ¿No ha pensado que la obsesión por los que usted denomina pseudointelectuales, como Javier y Pilar Bardem, Banderas, Amenábar, Zambrano, etc, tiene algo de enfermizo? Yo de usted me lo haría mirar. Y sobre lo de erradicar, no se si se refiero usted a los citados actores y directores, o a los gays y lesbianas. En todo caso, la obsesión por “limpiar” España tiene mucho de fobia. Y eso sí que es un trastorno mental.

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