domingo, 2 de enero de 2011

Demetrio, o el mérito de la estulticia católica

Demetrio Fernández, obispo de Córdoba y uno de los “niños” mimados del radicalismo católico español, ya nos prometía momentos de hilarante diversión cuando propuso, no hace mucho, eliminar el término de “mezquita” del mobiliario urbano y en los carteles de información y promoción turística del complejo catedralicio de su ciudad, con el argumento de que "llamarla simplemente Mezquita siembra por lo menos confusión, en algunos casos intencionada, y se presta a no saber de quién es y para qué sirve hoy".
A pesar del rubor de propios y las carcajadas de extraños, el bueno de Demetrio no proponía más que una actualización de la costumbre católica de eliminar el pasado que no interesa renombrando y eliminando. Porque al fin y al cabo, lo que proponía el obispo cordobés se asemejaba mucho a lo que Stalin hizo durante décadas: eliminar de las fotos todos aquellos personajes que ya no gustaban al dictador.
Y siguiendo al dicho (quien tiene un vicio, si no se mea en la puerta se mea en el quicio) Demetrio nos ha regalado, con ocasión de las fiestas de navidad, una nueva ocasión de reírnos a mandíbula batiente con otras de sus perlas pastorales. Tan surrealista me pareció al leer la noticia en facebook que comprobé que no fuera la típica broma del 28 de diciembre, día de los santos inocentes. Pero no, la web que recogía la homilía pronunciada en la catedral de Córdoba el día 26 de diciembre de 2011, infocatolica.com, era de “fiar”. Luego, periódicos con EL MUNDO han recogido la noticia, lo que asegura que no se trata de una broma.
En un extenso parlamento, el obispo cordobés hace un cántico de argumentos peregrinos insostenibles a la luz de los evangelios reconocidos por la propia Iglesia Católica. Pero estando acostumbrado a estos desatinos, un párrafo del mismo sí que sorprende, escandaliza pero termina provocando la risa. Se trata del que dice: “El “ministro” de la familia en el gobierno del Papa, el cardenal Antonelli, me comentaba hace pocos días en Zaragoza que la Unesco tiene programado para los próximos 20 años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual. Para eso, a través de distintos programas, irá implantando la ideología de género, que ya está presente en nuestras escuelas.
¡Ay!, ¡ay!, ¡que me da un ataque de risa! Si el bueno de Demetrio se ha inventado tan terrible bulo, demostraría que se trata de un perfecto imbécil. Pero si ha sido el cardenal Antonelli, lo que demuestra es que el imbécil es el jefe vaticano que lo ha nombrado. Si la ciencia ha demostrado la inutilidad (además del enorme sufrimiento) de técnicas psiquiátricas y quirúrgicas para convertir en heterosexuales a los homosexuales, ¿con unas “charlitas” van a conseguir lo contrario? Llevado a sus último estadios, el argumento de Demetrio nos llevaría al absurdo de aceptar que el estado “natural” de los seres humanos es la homosexualidad (ya que cualquier heterosexual se convertiría con unas cuantas charlitas) y la “contra natura” la heterosexualidad (ya que es imposible convertir en heterosexual al homosexual aunque se le lobotomice).
Si fuera factible convertir en homosexual a la mitad de la población mundial (¡2.500 millones de seres humanos!), a la Iglesia Católica debería serle mucho más fácil heterosexualizar a sus muchos sacerdotes gays, como, por ejemplo, al teólogo alemán ultraconservador, exprofesor de la Academia Pontifica de Santo Tomás de Aquino, que reciente declaró a EL PAIS que “Me fascinaba el mundo masculino de las antiguas liturgias tridentinas. Fueron para mí la droga de iniciación. Luego entre los teólogos conservadores siempre encontré tantos homosexuales que pensé que las dos cosas podían coexistir", explica.
Pero más allá de la “boutade” del supuesto programa de la UNESCO, que cualquier persona con su capacidad intelectual intacta sería incapaz de inventar o repetir, Demetrio sigue la estela de los radicales católicos españoles de confundir intencionadamente identidad de género con orientación sexual, de manipular intencionadamente igualdad de género llamándola ideología de género.
En su homilía (texto digno de ser editado por la colección "Al Monigote de Papel") Demetrio afirma “según la ideología de género, uno no nacería varón o mujer, sino que lo elige según su capricho, y podrá cambiar de sexo cuando quiera según su antojo. He aquí el último “logro” de una cultura que quiere romper totalmente con Dios, con Dios creador, que ha fijado en nuestra naturaleza la distinción del varón y de la mujer.
Puesto que la Iglesia Católica ha inventado la “ideología de género” corresponde a ella llenarla de contenido. Pero lo que afirman corrientes intelectuales como la Teoría Queer es que la identidad de género es en gran medida un constructo social, que la forma en la que nos socializamos como hombres y mujeres depende de la sociedad en la que creemos, que nada tiene que ver que luego te sientas atraído o atraída por una persona de sexo biológico distinto o igual al tuyo.
Pero lo más penoso es que “Educación para la ciudadanía”, bestia parda para “intelectuales” de la talla de Demetrio o Antonelli ni siquiera se acerca a corrientes como la Teoría Queer y se limita a llevar a cabo la igualdad social que jurídicamente consagra la Constitución Española de 1978.
Aunque hay que reconocer que, en el fondo, nuestro texto constitucional es el enemigo a batir por los radicales católicos.
PD: Para los cansinos que me vendrán con que el islám para allá y el islám para acá, les adelanto que en mi opinión las tres religiones monoteistas comparten ADN, y la crítica hacia el catolicismo se puede extrapolar al Islám y al Judaismo.

1 comentario:

  1. tienes toda la razón, es tan absurdo que casi no merece la pena darle la vuelta, aunque el plan de la UNESCO tiene su lógica.

    Ahora mismo el mundo esta sobrepoblado, y no es capaz de con sus recursos alimentar a los humanos, entonces habrá que reducir la población mundial.

    ¿que mejor solucion que convertirlos en homosexuales, para que se envicien entre ellos y no tengan hijos, ya que una relación homosexual es infertil por naturaleza.

    Risa causa estas cosas, lo malo es que mucha gente cree en eso (por cierto el comentario es ironico, jamas creeria que una relación homosexual es infertil)

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