viernes, 31 de julio de 2009

Lecturas del CIS

La publicación reciente del Avance de Resultados del Barómetro del CIS, correspondiente a julio de 2009, ha provocado la inevitable reacción en los medios de comunicación que ha ido, por hacernos una idea, del titular de PUBLICOEl PP saca 1,2 puntos al PSOE, según el CIS” al “Cospedal dice que Rajoy es víctima del "sesgo escandaloso" del CIS” de LIBERTAD DIGITAL pasando por “El CIS da al PP una ventaja de más de un punto sobre el PSOE” de EL PAIS.
Pero más allá de estos análisis, y todos los que puedan (o podamos) hacer los asesores aúlicos, merece la pena echarle un vistado al texto del Centro de Investigaciones Sociológicas. Habiéndolo hecho con detenimiento, y no siendo un experto estadístico, si he localizado algunos datos que me han llamado la atención.
Los que hoy quiero compartir contigo son los que corresponde a la respuesta a la pregunta 9, que dice: ¿Cómo se definiría Ud. en política según la siguiente clasificación?. Se trata de una pregunta multirrespuesta que permite hasta dos respuestas. Pues bien, la primera respuesta de los consultados se declaraban conservadores el 12.6%, liberales el 12.9%, socialdemócratas el 7.5% y socialistas el 20.4%.
Sorprende por una parte, que un número tan amplio de ciudadanos que se autodefinen socialista, que suman casi el doble del siguiente grupo, los liberales. Por otra, resulta que en la supuesta católica España, son más los que se autoreconocen como liberales que los que lo hacen como conservadores.
Pero lo que sin duda destaca sobre cualquier otras distinción es que socialistas, liberales y socialdemócratas, eso que podría denominarse incierto centro, suponen casi el 40% del electorado.
Soy consciente que al tratarse de algo tan abstracto como es la posición ideológica, no hablamos de límites infranqueables, incluso puede tratarse de posicionamientos ambiguos. La política reaccionaria de vender como liberal lo que es ultraconservador, que sigue a pies y juntillas Jiménez Losantos o Esperanza Arguirre, puede llevar a muchos conservadores a recocerse como liberales cuando son todo lo contrario. O socialista no significa que sea seguidor del PSOE y puede encontrarse en un punto bastante alejado a la izquierda.
No creo en el binomio derecha-izquierda. Se trata sin duda de una simplificación del espectro ideológico muy eficaz (como todas las simplificaciones) pero que genera gran confusión cuando no el error en la percepción de la realidad. Prefiero el sistema triangular de la pirámide. Como se ve en la imagen, en cada vértice de la misma se sitúan las tres grandes corrientes ideológicas de la época contemporánea en occidente: el conservadurismo, el liberalismo y el marxismo. Como convinación de ellas, surgen otras tres grandes ideologías de la contemporaneidad: el neoliberalismo, la socialdemocracia y el fascismo.

Con esta representación iconográfica, es mucho más sencillo ubicarse ideológicamente. Así, tenemos claro que en lo moral, los seudoliberales encabezados por la presidenta de Madrid se sitúan en la cara izquerda de la pirámide, muy cerca de su base, aunque en lo económico puede situarse hacia la mitad. El mundo aberztale, por ejemplo, ocupa un espacio entre el conservadurismo y el marxismo, el mismo que en el pasado ocupaba el fascismo. Al contrario, el PSOE se sitúa en la cara derecha de la pirámide, en lo moral muy cerca del vértice superior, en lo económico hacia la mitad de la cara.
Existe un debate que surge aquí y allá sobre la posibilidad de ser socialista y liberal. Muchos en el PSOE seguimos la máxima de Indalcecio Prieto, cuando afirmaba que él era socialista a fuer de liberal. Esta posibilidad pone de los nervios a los falsos liberales, que han encontrado en esta venerable ideología una amplia manta para ocultar sus miserias reaccionarias, y no quieren que los socialista, al reivindicar con los hechos su liberalismo (el derecho a tener derechos, de Rodríguez Zapatero), terminen dejándoles las miserias al aire.
La aparente obsesión por la seguridad y el reforzamiento de las penas muestran que cualquier liberalismo por parte de dicha formación es pura fachada. Tan solo hay que recordar las palabras de un anciano lord británico liberal, que afirmó a principios del siglo XIX que prefería morir en una calle de Londres que vivir en la Francia de Fouché, ministro de la policía famoso por su sistema de espionaje que llegaba desde cualquier rincón del reino o imperio galo hasta las testas coronadas de Napoleón y Luis XVIII. Un verdadero liberal prefiere el riesgo que conlleva el ejercicio de la libertad que la seguridad de un estado controlador.
Si el 40% de la población se autodefine como socialista, liberal y socialdemócrata, y el PSOE es capaz de mostrar sin rubor su orientación socialdemocrática, el mejor retoño del liberalismo y el marxismo, no hay duda que el socialismo español seguirá siendo una fuerza social hegemónica en las próximas décadas.

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